martes, 11 de noviembre de 2008

Un misterio en casa de mi abuelo

Había una vez, un niño llamado Thiago, él tenía 10 años de edad y vivía con sus dos padres en Montevideo.
Un día sus padres se iban a ir de segunda luna de miel y tenían que dejar a su hijo con alguien por dos semanas y no sabían con quién. Después de discutir varias horas, el niño preguntó: - ¿Qué pasa mami?
Y ella contestó: - Nada, ¡no molestes!, mientras que lo señalaba con el dedo amenazador.
Ellos decidieron llevarlo con su abuelo, ¡Era la única opción! Mala pero la última.
Al llegar a la casa del abuelo, su padre y él lo estaban esperando porque nadie abría la puerta, de repente a parece una sombra bastante grande caminando por el pavimento.
Y lo primero que se le ocurrió a Thiago fue que era un monstruo gigante con ojos saltones. Por supuesto él miraba demasiados programas de tele, Ben 10, Naruto, Dragon Ball Z, etc.
Pero no era así, la sombra era el abuelo, y el padre dice ¡Qué viejo loco!
El padre fue a rezongar al abuelo porque la verdad que era un viejo imposible.
Al niño le encantaba ir a la casa del abuelo, porque su abu tenía una habitación para él solo.
A él le encantaba solo por eso, por nada más.
De repente llega a la casa una mujer que parecía loca diciendo ¡No hay agua, no hay agua, no hay agua……….!
La primera conclusión que saqué fue que estaba loca de remate.
Bueno, no era así porque el abuelo quería hacer un invento que involucraba al agua, que quería hacer soda.
El niño se aburrió de escuchar discusiones permanentemente, entonces subió a su habitación, y empezó a revolver los cajones de la casa, a él le encantaba mirar fotos de personas extrañas que eran sus parientes.
Al día siguiente encontró una caja que tenía colores raros, muy lindos, pero rarísimos; él no sabía ni que existían. Él como todo niño pensó en abrirla, pero tuvo miedo.
No sabía que hacer y la abrió porque de última no tenía otra opción.
Y de repente una cosa gris sale de adentro de la caja, Thiago no se dio cuenta que era por la hermosa y brillante luz que salía de ella.
Empezó a gritar ¡Ayuda abuelo! ¡Ayùuuudameee! Mientras que gritaba, muy fuerte y muy asustado; no se dio cuenta que el animal que había dentro era un indefenso ratón. Ese ratón era muy difícil de tener debido a que estaba en peligro de extinción; ¡Era mágico! Tenía sus superpoderes pues podía hacer muchísimos cosas como por ejemplo hablar, bailar, cantar, era increíble, por supuesto Thiago lo quiso tener porque sus amigos le iban a dar mucha más atención; pero el ratón le dijo que no podía, que tenía que mantener este secreto, es decir que nadie podía saber eso porque si no lo intentaría descubrir y querrían saber su misión que era salvar al mundo de la guerra que se iba a ocasionar en poco tiempo. ¡Era una especie de adivino!
El ratón le contó a Thiago que para conseguir que no ocurra tenían conseguir un cristal mágico.
Thiago quedó paralizado. Lo primero que pensó fue que todo era una broma, pero era todo verdad al ver que el ratón sacaba una armadura, se asustó.
El ratón abrió un portal mágico y lo atravesaron. Luego se encontraron con un hombre que les dijo: – tienen que encontrar el cristal mágico.
Luego de atravesar montañas, desiertos y selvas tenebrosas se encontraron con una serpiente que les dijo: - el diamante está ahí.
Ante la alegría lo tomaron y una luz brillante atomizó sus ojos… y, entonces Thiago abrió los ojos y vio que estaba en su cuarto y todo había sido un sueño.

Versión adapatada por: Sabrina Garaza, Germán Molina y Camila Gonzàlez

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