Los cuentos no sirven solamente para dormir a los pequeños, sino tambiénpara mantener despiertos a los mayores. El cuento nos hace pensar,reflexionar, meditar, contemplar, alabar, cambiar... Es un espejo que nos hace contemplar nuestra propia imagen, la que tenemos ante nosotros, la que damos ante los demás y, porque no, la que nos pone también ante Dios.
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