Había una vez unos niños llamados Sofía, Mauro y Nicolás que iban a una matinée.
Cuando llegaron Sofía fue al baño, Nicolás la esperó en la cantina. Vio unas luces brillantes y cuando salió del baño, fue con Nico a ver qué pasaba y nos dimos cuenta que era un extraño robot.
Le preguntamos quién era. Nos dijo:- Robotito.
- ¡¡¡Qué extraño nombre!!!
-¿Quieres venir con nosotros? : – Sí, dijo rápidamente.
Pero después le dijimos: – te van a ver!!!
Y él nos dio la idea de disfrazarlo!!.
Después se transformó como si fuera un humano.
Y nosotros dijimos ¡¡¡huaaauh te puedes transformar!!!
Y nadie se dio cuenta que no era un humano.
Al terminar la matinée, le dijimos ¿a dónde iba a quedarse? Y él nos contestó que no sabía. Entonces nosotros le dijimos si se quería quedar a dormir en la casa de Sofía.
Robotito nos contestó que sí rápidamente.
Sofía se la llevó a su casa y ninguno de los dos pudo dormir porque los robots no duermen.
Cuando Sofía llegó a la escuela Nicolás le preguntó cómo estaba el robot.
Le contestó: -muy bien, pero yo no pude dormir
Y le dijo de turnarse para tenerlo en su casa.
Contestó que sí con cara feliz.
Una noche, vieron una luz que venía desde el cielo
era una nave espacial!!!!!!
Cuando llegó la nave le preguntamos a Robotito si eran sus amigos.
Nos dijo:- son mis familiares.
-Me vinieron a buscar!!!!!!!!!
-Pero no me quiero ir!!
Pasó unos días más hasta que nos dijo que quería regresar a su mundo: Mandemork.
Los niños le dijeron:-te vamos a extrañar mucho.
-Yo también a ustedes le dijo mientras subía a la nave espacial.
Desde arriba les saludaba.
Los niños se quedaron mirando hasta que la nave no se vio más.
Ese fue el cuento de Robotito.
Y este es el FIN.
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